domingo, 25 de diciembre de 2011

¿Nuevos valores?

Los avances en la tecnología de la computación presentan tanto oportunidades como peligros a las personas, las organizaciones y la sociedad en su totalidad.
La tecnología y sus aplicaciones a la vida laboral y privada de los individuos constituyen desafíos para muchos valores sociales arraigados. Las nuevas cuestiones éticas que han surgido demandan respuestas. El carácter crecientemente global de Internet  requiere de normas morales globales y de responsabilidad profesional. El principal desafío sería encontrar la manera que los valores sociales y éticos pudiesen ser incorporados en la nueva sociedad global de la tecnología digital.

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están invadiendo todos los aspectos de la existencia humana y están planteando serios desafíos a valores sociales que se consideraban firmemente establecidos. Es cierto que las tecnologías de la computación, Internet han creado posibilidades que no estaban antes disponibles. Pero también es cierto que han surgido nuevas cuestiones éticas porque los cambios están afectando las relaciones humanas, las instituciones sociales y principios morales.
La nueva sociedad basada en las tecnologías de la información y de la computación debería constituirse en un instrumento para la integración social, para formar una sociedad coherente e inclusiva. Debería tender a reducir las desigualdades existentes y asegurar el acceso general a la información y a los servicios.

El mundo está sujeto a un cambio casi permanente originado en las nuevas tecnologías. Muchos de esos cambios pueden ser considerados como positivos. Y, sin duda, para algunos lo han sido y lo serán en el futuro. Otros han sido perdedores a lo largo del proceso. El mundo de las TIC parece haberse segmentado en muchas partes. Sin embargo, también es cierto que los nuevos problemas éticos que ya se han presentado y que siguen surgiendo a una velocidad que en muchos casos parecen superar la propuesta de soluciones, requiere un análisis particularizado que podría centrarse en las cuestiones referidas a privacidad, control de trabajadores, propiedad, seguridad, acceso y poder, globalización, responsabilidad moral y profesional.

Hace unos años me pidieron en un colegio que escribiera un artículo para el diario del barrio de Ciudadela. Este es el artículo que escribí y que salió publicado…

INFORMARSE, REFLEXIONAR, TOMAR CONCIENCIA!!! . . . SOBRE LAS T.I.C (TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN )

A finales de los años 60 comenzó a producirse lo que hoy todos conocemos como Internet, aunque parezca extraño, la idea era garantizar mediante este sistema la comunicación entre lugares alejados en caso de ataque nuclear.  Hoy casi 50 años después la Red de Redes se ha convertido en un elemento infaltable en la sociedad en la que vivimos. No reconocer el beneficio que ha tenido a nivel global sería caer en la ignorancia. Desde la posibilidad de una comunicación mundial, hasta el simple hecho de poder chatear con un amigo o realizar un trabajo para el colegio.
El avance tecnológico de estos últimos tiempos ha llevado a los chicos a crecer entre todos estos productos, como los celulares, Mp3, Mpeg4, cámaras digitales y muchos más.
¿Pero cuándo el uso se torna en abuso? Sería hipócrita no decir que uno mismo utiliza muchos de estos maravillosos inventos. ¿Pero hasta qué punto está bien para un chico?¿Está bien que pase más de 8 horas frente a una PlayStation? ¿Encerrado en un Cyber? ¿Debemos controlarlos? ¿Es mejor que estén en la plaza jugando o leyendo un libro?
Más allá de cómo se ha desvirtuado el ideal que tuvo Internet cuando se abrió a la población, llegando a encontrar sitios pornográficos, pedofilia y quien sabe cuantas otras cosas más, creo que debemos apelar al sentido común y a la educación de nuestros chicos. Las estadísticas dicen que el 83% de los chicos utilizan Internet sin el control de sus padres. Esto no debería de ser un problema si sabemos que nuestros chicos están bien educados y así no preocuparnos.
Es innegable los eternos beneficios que nos otorgan estos adelantos tecnológicos, y mi intención no es en ningún momento criticarlos, al contrario estoy a favor del buen uso de cada uno de ellos. Por eso es que creo que debemos saber utilizarlos nosotros a ellos y no que ellos nos utilicen a nosotros.
Esta  es un debate que se abrió en nuestra sociedad en los últimos tiempos y para el cual aún nadie tiene una respuesta cierta ni mucho menos. Esto recién comienza pero no hay que hacer oídos sordos a todo lo que nos rodea.


Este artículo me fue solicitado por los directivos del colegio Padre Elizalde, cito en Ciudadela, partido de Tres de Febrero, Buenos Aires en el año 2007 para el diario barrial.



viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Y los valores?



LUNES 20 AGO 2007
Clarín.com 

EDITORIAL

Violencia juvenil y disciplina escolar

El aumento de los problemas disciplinarios en las aulas parece un rasgo de nuestra época, ante el cual los docentes deben tener una mejor preparación para prevenirlos y enfrentarlos. Sin límites, o sin adhesión a las pautas de convivencia, es bastante común que los adolescentes actúen de modo irrespetuoso, incluso atacando a compañeros o docentes. Suele tratarse de manifestaciones agresivas sin causa aparente, pero que indican un cuadro preocupante.

En Rosario acaba de producirse un caso que es necesario examinar para evitar que se reitere. Ocho alumnos de la Escuela de Enseñanza Técnica Nø 468, de entre 15 y 16 años, cuando quedaron sin profesor, comenzaron a destruir el mobiliario del aula que ocupan, filmando las roturas y colocando el video en Internet. Los mismos estudiantes, que fueron severamente sancionados, se encargaron de promocionar la filmación de los destrozos.

Es una violencia diferente a la de los jóvenes marginados que deambulan por la calle, porque son jóvenes estudiantes que se enorgullecen de destruir las sillas y los bancos que utilizan en el aula de la escuela a la que concurren. Es una acción que provoca estupor, pero que obliga a la reflexión e interpela a los padres y a los docentes.

La violencia real no es divertida, ni se puede aplacar el aburrimiento a través de la destrucción. Pero parece cada vez más arduo el contribuir a que maduren valores y pautas de convivencia en los adolescentes. Sin marcos normativos asumidos y aceptados como válidos, y careciendo de un horizonte mínimanente claro, el despliegue de violencia es una manifestación juvenil muy extendida. Lamentablemente, las crecientes dificultades que tienen los docentes y también los padres para construir un rol de autoridad legítima ante los adolescentes contribuyen a que se dispare la violencia en las aulas y en otros espacios, como las canchas de fútbol.

La destrucción, en una escuela de Rosario, de las sillas y mesas de un aula por parte de un grupo de chicos que filmó y subió a Internet el acto de violencia obliga a reflexionar sobre cómo mejorar, entre los jóvenes, la asimilación de valores de convivencia.


Informe

La escuela, como parte de la sociedad, no quedó excluida de esta problemática que es la  violencia y la falta de tolerancia que se da en los chicos y que muchas veces se manifiesta en las aulas, pero también en otros ámbitos como en eventos deportivos. Por esto creo que la situación excede a la tradicional “sanción disciplinaria”, va mucho más allá e involucra una educación en valores.

La familia es la primera escuela de la vida, para que el niño desarrolle valores debemos lograr que conozca el bien, ame el bien y haga el bien, que entienda los valores desde lo  afectivo y emocional y que fundamentalmente los manifieste a través de  acciones.
Lamentablemente hoy día los padres que no les ponen límites por temor a parecer autoritarios, o porque están muy ocupados o están desocupados…  no son o no se sienten capaces de transmitirles cuando es preciso reflexionar.

Pero no todo pasa por la familia, la escuela cobra un papel también fundamental en esa enseñanza, en realidad es muy importante el trabajo de todos los adultos (padres, educadores o cuidadores), que interactúan en lo cotidiano de la vida del nene, por eso
es elemental que el chico vea que ellos (“los grandes”) hacen lo que dicen, porque si esto no es así (como casi siempre ocurre) luego los adolescentes terminan por darle un gran descrédito a la palabra de cualquier adulto.

En este artículo periodístico se menciona una “violencia diferente” al parecer según la clase social a la que pertenezcan, cosa que me parece totalmente equivocada, ya que la violencia puede llegar a manifestarse de manera diferente pero de ninguna manera es justificable en algunos por pertenecer a un sector de bajos recursos ni en otros por no pertenecerlo. En todo caso, a mi entender,  el hecho de mostrarlo es mas un llamado de atención que un alarde. Y es un llamado a los adultos quienes tienen la responsabilidad, la obligación moral de enseñar y transmitir valores para que el chico logre ese desarrollo moral que es el proceso por el él logrará incorporar determinados hábitos o virtudes.

“El sistema educativo debería posibilitar que los alumnos, como futuros ciudadanos, reflexionen, construyan y pongan en práctica valores que faciliten la convivencia en sociedades plurales y democráticas, tal como el respeto y la tolerancia, la participación y el diálogo”, creo que el secreto es sistematizar la educación en valores desde la escuela para así indirectamente fortalecer la acción de la familia, que obviamente siempre debe estar presente en la vida del niño y adolescente brindando fundamentalmente amor y apoyo incodicional.

Conclusión

Como dice la nota, “La violencia real no es divertida”, pero tampoco lo es el castigo, ni la discriminación, me quedo con una frase muy representativa de mi forma de pensar que leí en algún momento y que no sucede mucho en la escuela, sobre todo cuando se etiqueta a los niños con mala conducta. El mensaje debería ser: "Vos valés igual, podés cambiar esta acción" y el mensaje subliminal sería: “estamos acá para ayudarte, guiarte y acompañarte”, sí…. desde la escuela, aunque parezca una realidad lejana, desde mi lugar de futuro docente espero poder achicar lo mas que pueda esa distancia.

Los valores...un camino

El aprendizaje de valores es un camino. Podemos intentar implementarlos a través de un libro, transformarlo en una aventura existencial o hacer de él un viaje organizado. Los resultados serán muy diferentes según el método elegido, así como también lo será el nivel de aburrimiento de profesores y niños, según el camino que recorran juntos. El mejor aprendizaje es el activo, pero necesita una guía que respete los procesos personales de cada uno.

En los contenidos básicos de los programas de enseñanza, encontramos bloques específicos acerca de la enseñanza de valores, que son reconocidos universalmente porque están basados en la dignidad de la persona y la naturaleza humana. Así, se promueve el bien, la búsqueda de la verdad, la convivencia, la solidaridad, amistad, comprensión mutua, la tolerancia, la honradez, y muchos más.

Sin embargo, en todas las áreas se aprenden valores, y éstos no se enseñan como temas separados y repitiéndolos, sino que deben ser vividos en la vida cotidiana de la sala y de la institución.
Estos temas preocupan a la familia y a los docentes y preparan al niño para formar una personalidad crítica, autónoma, capaz de defender sus derechos y respetar a los demás.

Se plantea el tema de cuáles valores priorizar a la hora de decidir en forma concreta qué enseñar. La selección de los contenidos y el énfasis en uno u otro valor va a depender de un diagnóstico que tenga en cuenta el nivel evolutivo de los chicos, así como el cognitivo, el moral, el afectivo, el contexto social y cultural en el que están inmersos, y la indagación de las preocupaciones de cada grupo específico en cada institución. La elección de qué valores enfatizar debería, así, realizarse a partir de las preocupaciones de nuestros niños.

Quería dejar una página que encontré con distintos cuentos infantiles para educar en valores y que se pueden leer online o descargar. 

Los valores del Siglo XXI según Quino




¿La familia es la primera escuela de valores?

Sí. La sede principal de la educación es la familia. ¿Dónde se debería desarrollar mejor el ejemplo sino en ella? La familia es la célula originaria y principal de la sociedad.

A la familia le compete en primer lugar la educación de los hijos y una educación en todos los niveles, aunque también deba servirse de las instituciones que ofrezca el Estado, como las escuelas.

Pero esta oferta de Estado no debe negar y anular la prioridad de la familia como educadora, le toca a ella por derecho natural.
Es importante que el hijo vea que los adultos hacen lo que dicen, lo que enseñan. Aunque nos parezca inalcanzable ser el padre perfecto.

El niño necesita padres fuertes, pero también humanos. Padres que se equivocan, que pueden pedir perdón o que tienen días malos. Podría pasar que un día el padre dijera "hoy no puedo, pero mañana sí". Y entonces al día siguiente ese padre debe cumplir con su promesa, porque si no, se convierte en alguien no confiable. Es importante tener en claro también el valor de los límites.

En los colegios donde trabajo es muy común escuchar la frase: “ ¿Y qué esperás?, con los padres que tiene..” Muchos docentes, jóvenes y no tan jóvenes ante cierta actitud de los alumnos no dudan en responsabilizar a los padres.
Muchas veces los padres demuestran cierta actitud frente al docente que no es ejemplo de valores delante del niño.
En varias conversaciones me ha todazo estar y hablar sobre la educación de los chicos en sus casas, y como la escuela debería acompañar esa formación. Sabemos que las crisis familiares afectan directamente al niño, por eso es muy bueno para él que docentes y padres sean capaces de trabajar en conjunto pensando en su bienestar.
La negación de los padres a aceptar ciertos comentarios del docente sobre su hijo, con la respuesta inmediata “en casa no es así”, impide que el docente y el padre puedan trabajar unidos para mejorar desde el rendimiento académico hasta la relación con sus compañeros, entre otros casos.

Los valores inculcados por la familia se ven reflejados en el alumno. Si contesta mal, si insulta, si tira los papeles en el piso, que la escuela no puede hacer omisión tampoco de su responsabilidad. No debe abandonar al niño bajo ningún punto de vista.
La importancia de los valores para crear una sociedad mejor, pensando en un futuro, debe ser en eje principal en cualquier colegio. Por eso debe partir desde sus autoridades en los valores que buscan en los docentes, y en como también demuestran esos valores entre pares docentes y con los niños. Y obviamente la responsabilidad del docente, tanto en la parte de contenidos formales, como en el trato con compañeros, directivos, pares y alumnos. No podemos pedir a un alumno que no nos insulta, por ejemplo, si nos ve todo el tiempo diciendo malas palabras a otro compañero de trabajo, no podemos pedirle que no reaccione ante un problema de forma violenta, si ante el mínimo detalle nosotros comenzamos una pelea. El ejemplo, lo que el chico ve, tanto en la casa como en la escuela, es lo que lo formará pensando en su futuro y en sus relaciones.

¿Cuáles son los valores que debe inculcar la familia? ¿Les importa hoy hacerlo? ¿O quizás piensan que la escuela es la encargada? ¿O son otros valores a los que nosotros debemos adaptarnos?

La realidad habla que como docentes debemos ser coherentes con nuestros propios valores y los que pedimos a los alumnos.
Aunque la escuela deba continuar inculcando valores la familia fue, es y será el primer lugar de educación de valores.