viernes, 23 de diciembre de 2011

¿La familia es la primera escuela de valores?

Sí. La sede principal de la educación es la familia. ¿Dónde se debería desarrollar mejor el ejemplo sino en ella? La familia es la célula originaria y principal de la sociedad.

A la familia le compete en primer lugar la educación de los hijos y una educación en todos los niveles, aunque también deba servirse de las instituciones que ofrezca el Estado, como las escuelas.

Pero esta oferta de Estado no debe negar y anular la prioridad de la familia como educadora, le toca a ella por derecho natural.
Es importante que el hijo vea que los adultos hacen lo que dicen, lo que enseñan. Aunque nos parezca inalcanzable ser el padre perfecto.

El niño necesita padres fuertes, pero también humanos. Padres que se equivocan, que pueden pedir perdón o que tienen días malos. Podría pasar que un día el padre dijera "hoy no puedo, pero mañana sí". Y entonces al día siguiente ese padre debe cumplir con su promesa, porque si no, se convierte en alguien no confiable. Es importante tener en claro también el valor de los límites.

En los colegios donde trabajo es muy común escuchar la frase: “ ¿Y qué esperás?, con los padres que tiene..” Muchos docentes, jóvenes y no tan jóvenes ante cierta actitud de los alumnos no dudan en responsabilizar a los padres.
Muchas veces los padres demuestran cierta actitud frente al docente que no es ejemplo de valores delante del niño.
En varias conversaciones me ha todazo estar y hablar sobre la educación de los chicos en sus casas, y como la escuela debería acompañar esa formación. Sabemos que las crisis familiares afectan directamente al niño, por eso es muy bueno para él que docentes y padres sean capaces de trabajar en conjunto pensando en su bienestar.
La negación de los padres a aceptar ciertos comentarios del docente sobre su hijo, con la respuesta inmediata “en casa no es así”, impide que el docente y el padre puedan trabajar unidos para mejorar desde el rendimiento académico hasta la relación con sus compañeros, entre otros casos.

Los valores inculcados por la familia se ven reflejados en el alumno. Si contesta mal, si insulta, si tira los papeles en el piso, que la escuela no puede hacer omisión tampoco de su responsabilidad. No debe abandonar al niño bajo ningún punto de vista.
La importancia de los valores para crear una sociedad mejor, pensando en un futuro, debe ser en eje principal en cualquier colegio. Por eso debe partir desde sus autoridades en los valores que buscan en los docentes, y en como también demuestran esos valores entre pares docentes y con los niños. Y obviamente la responsabilidad del docente, tanto en la parte de contenidos formales, como en el trato con compañeros, directivos, pares y alumnos. No podemos pedir a un alumno que no nos insulta, por ejemplo, si nos ve todo el tiempo diciendo malas palabras a otro compañero de trabajo, no podemos pedirle que no reaccione ante un problema de forma violenta, si ante el mínimo detalle nosotros comenzamos una pelea. El ejemplo, lo que el chico ve, tanto en la casa como en la escuela, es lo que lo formará pensando en su futuro y en sus relaciones.

¿Cuáles son los valores que debe inculcar la familia? ¿Les importa hoy hacerlo? ¿O quizás piensan que la escuela es la encargada? ¿O son otros valores a los que nosotros debemos adaptarnos?

La realidad habla que como docentes debemos ser coherentes con nuestros propios valores y los que pedimos a los alumnos.
Aunque la escuela deba continuar inculcando valores la familia fue, es y será el primer lugar de educación de valores.