domingo, 9 de octubre de 2011

Educar en valores.


Podemos citar algunos valores y algunas formas de educar en los mismos.

 

La amabilidad:

Ser amable significa ser digno de ser amado, ser cariñoso, afectuoso, gentil, cortés, agradable, servicial, afable, incluso gracioso y risueño. Cualidades todas ellas que deben ser formadas en los niños desde la más temprana edad. Ser amable también es ser atento, brindar atención y respeto sobre todo a los menos aptos, desvalidos, y necesitados.
La amabilidad no nace con el niño, éste es impulsivo por naturaleza, y a ser amable y cortés se aprende en las más diversas actividades de la vida cotidiana. Los niños asimilan las normas de comportamiento social en la medida que los adultos los entrenan y enseñan a comportarse de acuerdo con esas normas.
La amabilidad implica a su vez la igualdad, el tratamiento por igual a niños y niñas, y la delicada cortesía de unos a otros, por lo que han de aprender a ser corteses con todos los compañeros y compañeras, y ayudarles en todo momento.


Aprender a ser amable

El juego de roles, en el que es posible modelar las más diversas situaciones en las que esté implícito el ser amable y cortés, es una de las vías más importantes para que los niños interioricen este valor. Pero no hay nada más efectivo que el ejemplo del adulto para enseñar las normas de la amabilidad; por eso los padres deben ser modelos a imitar de estas cualidades.

Cuándo puede el niño puede aprender a ser amable

- Cuidando de su cuerpo y de su imagen Lavándose las manos antes de comer, cepillando los dientes después de cada comida, alimentándose bien, etc.
- Considerando a los demás el otro. Saludando a las personas conocidas, demostrando afecto a los compañeros de la escuela y a los amigos, llevando algún regalo a la profesora, compartiendo su material escolar, jugando sin peleas con sus compañeros, dando de comer a su mascota, agradeciendo a su madre por la deliciosa comida, acompañando a sus padres a la compra, ofreciendo ayuda cuando alguien la necesita.

 

 

La amistad:

La amistad es uno de los valores más importantes a desarrollar en la educación de los niños. Se trata del afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece mediante las interrelaciones entre los seres humanos.
Para que el niño aprenda sobre el valor de la amistad es necesario formarle con nociones, conocimientos, habilidades, emociones, vivencias, sentimientos, y que le preparemos para vivir con armonía y respeto.

Aprender a ser amigo

Los niños deben saber quién es un buen amigo y por qué, cómo se comportan los buenos amigos, y cómo mantener una buena amistad. Deben aprender que un buen amigo puede ser para siempre, y que para eso es necesario cultivar y alimentar la amistad, día tras día, en la escuela, en el parque, en la vecindad, etc. El contacto con los iguales hace con que el universo del niño sea aún más grandioso y rico. A través del otro, él puede aprender mucho de todo y de sí mismo.

El niño puede aprender a ser amigo

- Busca la conciliación y no se pelea con sus compañeros
- Comparte sus juguetes con los demás niños
- Conversa y atiende a los demás
- Ayuda a un compañero que ha hecho algo malo explicándole lo incorrecto de su actuación
- Se preocupa por sus compañeros
- Se esfuerza por hacer algo útil en beneficio de los amigos
- Anima al compañero o amigo que esté triste
- Se alegra con los logros positivos de los demás
- Invita a sus amigos a jugar en su casa
- Se preocupa por algún amigo herido o enfermo
- Demuestra afecto y cariño a sus amigos

 

Respeto al bien común

La enseñanza del respeto por el bien común comprenderá desde el respeto a las cosas que en la escuela o en casa son bienes comunes hasta los que corresponden a los bienes sociales, como lo son: parques, bibliotecas, teatros, monumentos, museos, cines, etc.

Aprender a tener respeto al bien común

La naturaleza, así como las calles, plazas, lagos y fuentes, son bienes comunes. Como tal deben ser respetados. Los niños deben saber que no es correcto que se tire basura ni restos suelo, que no se debe bañar en las fuentes, ni hacer ruido en los museos, ni romper asientos de los teatros o cines.

El niño puede aprender a ser respetuoso al bien común

- Con ejemplos
- A través de cuentos
- Observando las señales de prohibición que hay en los sitios públicos
- Participando de talleres sobre el reciclaje
- Estando en contacto con la naturaleza
- Conociendo el valor de los ríos, del aire, de la naturaleza
- Conociendo los beneficios que nos brinda la naturaleza

 

 

La perseverancia:

La perseverancia debe ser un esfuerzo continuo. La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto. Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. El estudio siempre implica paciencia y perseverancia para su conclusión. Por esto es muy importante que los niños aprendan a ser perseverantes. Les brindará de estabilidad, confianza en sí mismos y madurez.

Aprender a ser perseverante.

La perseverancia se aprende con ejemplos. Que los padres, así como los profesores del niño, le enseñen qué es ser perseverante a través de sus acciones. Lo lograremos si somos constantes en nuestras actividades y nos anticipamos a los obstáculos, si tenemos firmeza frente a las dificultades, si enfrentamos los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra tarea, o la actividad que sea.

El niño puede aprender a ser perseverante

- En los estudios
- Con los deberes
- Con los problemas y dificultades
- Jugando, perdiendo o ganando
- Con sus ilusiones y metas
- Teniendo el apoyo de sus padres
- Sabiendo que puede aprender de las experiencias buenas y malas
- Percatándose de que vale la pena luchar por lo que se quiere
- Cuando tiene que cumplir una tarea para conseguir lo que quiere
- Teniendo en cuenta sus triunfos y éxitos
- Recibiendo la enhorabuena por sus buenas notas
- Identificando sus errores y sus fallos y buscando la forma de no repetirlos
- En sus participaciones en tareas de equipo
- Con la realización de un deporte
- Cuando recibes impulsos y estímulos de sus padres